Por una parte resulta especialmente contradictorio defender la eutanasia precisamente en una época como la actual, en la que la medicina ofrece muy avanzadas alternativas para tratar a los enfermos terminales y aliviar el dolor.
Es necesario,en casos extremos y definitivos como este plantearse seriamente la legalización de la eutanasia, porque bien es cierto que una vida así no merece ser vivida.
En cuanto a la eutanasia voluntaria, si una persona después de haber valorado todo, decide cruzar el umbral de la vida, sólo merece una cosa: respeto. Y nadie está capacitado para juzgar si esto es correcto o no.
En España esta práctica sigue estando penalizada y quizás con su legalización se abrirían las puertas a prácticas siniestras.
Hay dos tipos de eutenasia la pasiva y la activa, la activa es cuando se quiere matar y la pasiva es la de dejar matar.
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